.Un Vuelo Turbulento Parte 1

Aquel incidente ocurrido en mi oficina, aquella carta. Todo estaba relacionado con la muerte de un agente de la Interpol en la que me vi envuelto tres días atrás.
-Aqui les habla el oficial de vuelo, les rogamos que se mantengan en sus asientos mientras estas suaves turbulencias cesan. Gracias por viajar con iFly.
Si, todo sucedió a miles de metros de altura. En un avión enorme, el mejor se podría decir pero eso no es sinónimo de seguridad.
Mi cabeza aún me daba vueltas, y me dolía de una forma brutal. Me levante del suelo y mi vista poco a poco se fue recobrando.
-Aqui les habla el oficial de vuelo, les rogamos que se mantengan en sus asientos mientras estas suaves turbulencias cesan. Gracias por viajar con iFly.
Ja. "Suaves turbulencias", demasiado parecidas a un terremoto. AL parecer nunca podré superar lo que me sucedió hace 10 años, el día en que mi mundo se me vino encima y perdí a la única persona que tenía para subsistir, a mi modelo a seguir, el día que perdí a mi padre.
Un objeto parecido a una billetera se cayo de mi bolsillo. ¿Quién habría puesto eso ahí?. Después se lo entrego a la azafata. Me acerce a una puerta rodeada de dos estatuas colosales de un hombre al cual no conocía. Traté de leer lo que decía debajo, la pequeña porción de información que poseen todas las esculturas sobre quién es la persona, qué hizo, etc. pero no pude. El dolor de cabeza aumentó.
-Agh, lo unico que faltaba. De una turbulencia parecida a un terremoto a un elevador.-gemí.
Todo esos traumas e inseguridades se relacionaban a lo que me había sucedido a mis 10 años.
Fue un día en el que me dirigí con mi padre a los tribunales, él era abogado defensor, el mejor según yo. Ese día perdió su caso, pero aún así planeabamos ir a por un helado.
Cuando entramos al elevador hubo un terremeto demasiado fuerte, en donde se cortaron las luces de toda la ciudad. Dejandonos a mi padre, un oficial y a mí atrapados en ese agujero durante 5 horas.
Nos quedamos sin oxigeno, y yo me desmayé junto con el oficial. Por eso no pude ver quien fue la persona que le disparó en el corazón a mi padre, arrebatandolo de mi vida.
Ese fatídico día decidí no ser abogado defensor, sino fiscal. Para encarcelar a todos los criminales y vengarme delo que le sucedió a mi padre. Todo un melodrama.
La puerta se abrió y la escena que encontré me mando un escalofrío por todo mi cuerpo. Un hombre yacía muerto en el piso del elevador, habñia monedas por todo el lugar y parecía haber sido golpeado en el cuello.
Un grito estridente vino de detrás mío, me giré y una azafata estaba allí. La cartera que tenía en la mano se cayó a un jugo que había por el piso.
-¡ASESINO!-chilló.
-No, no, no. ¡Yo no fuí!. Mantenga la calma.-titubee
Mi día no podia emepzar de una forma mejor...